jueves, 28 de junio de 2007

El corazón



Le duele a morir, como el alma

que creyéndose morir no muere,
todavía lo soporta.
Grita en llamada sorda
su verdad, que nada importa.
Pero grita, ya no soporta.

Sabe lo que quiere, que lo quiere.
Sabe lo que puede, y que no puede
amar sobre todas las cosas
aun con su amor sin promesas.
Sabe lo que espera…
y lo espera.

Llora su agonía, y la llora
encogiéndose a cada suspiro
con tan infinita ausencia.
Llora y el fuego le quema
abrasando su entereza.
Llora el corazón por ella.

Por ella que se acelera
desbocando su vida entera,
creyéndose detener a veces
para morirse de inmensa pena.
Mas por ella renace de nuevo
pues de su corazón es única dueña.


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