Me abandono a la vida
que un día tu cerraste
matando el alma mía
con tu amor que no era
más que un soplo de brisa
que abrigó ilusiones
con palabras a medias
cargadas de pasiones.
Me abandono a tu risa
regalo de los dioses,
a esa dulce mirada
que enloquece la mía,
las caricias soñadas,
nuestras manos prendidas
y tu voz que me dice:
"Veremos algún día".
Cómo no amarte, mi vida
si tú eres la luz.
Cómo olvidarte, mi alma
si todo eres tú.
Cómo pensar en vivir esta vida
sin tu compañía,
sin ti a mi lado,
si tú eres mi AMOR.
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